El profesorado de grado y de máster tendrá que adaptar las actividades evaluativas a la modalidad no presencial, a excepción de cuando ello no sea posible, ha informado este viernes la URV en un comunicado.

En el caso de que no se pueda hacer la evaluación online de una asignatura por su naturaleza, se dará la posibilidad de extender el calendario ordinario hasta el 16 de julio, con la hipótesis de que haya un periodo para la evaluación presencial entre mitad de junio y mitad de julio.

Los cambios en el periodo de evaluación también responden a las necesidades de los estudiantes que no pueden seguir la evaluación continua, de forma que se les garantiza el derecho a hacer una prueba única en primera y en segunda convocatoria.

El periodo de la primera convocatoria finalizará como máximo el 16 de julio y el de la segunda convocatoria finalizará el 7 de septiembre.

La URV ha señalado que, aunque la modificación del calendario prevea la posibilidad de hacer evaluaciones en junio y julio, las clases finalizarán en las fechas previstas.

Respecto a las prácticas curriculares, mientras dure la excepcionalidad y cuando sea posible por que la empresa o entidad lo facilita, las presenciales se tendrán que sustituir por virtuales o sistemas de teletrabajo.