Los usuarios de los autobuses urbanos de la capital de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) pueden desde ayer subir a los autocares con carros de la compra, bicis plegables y maletas pequeñas, además de con sillitas de bebé.

Sin embargo, sólo el 1,4% de los autobuses de la flota están adaptados para ello.

De los 2.045 autocares que tiene la EMT, tan sólo una treintena disponen del espacio suficiente y de correas para sujetar carros de la compra, bicis plegables y maletas en la plataforma central del vehículo, donde tienen que colocarse. Algo que critican CC OO y UGT. El año que viene, aunque se renovará la flota en 210 unidades éstes "sólo representarán el 10% del total", denunció ayer Alberto Blanco, deCC OO.

La EMT es consciente de las limitaciones, pero se defiende diciendo que "lo primero es informar, pese a las restricciones actuales del espacio, para que cuando se adapten todos los autocares ya haya conciencia de las nuevas normas".

En el primer día de puesta en marcha de estas recomendaciones, 20 minutos comprobó in situ cómo los conductores dejan acceder a los viajeros con carros de la compra y troleys, aunque ninguno instó a los que llevaban mochila a llevarla en la mano en lugar de la espalda, tal y como obliga la nueva normativa.

"Camión de la mudanza"

Aunque los madrileños están encantados con la iniciativa (como Claudia Moreno, que ayer aprovechó para ir en la Línea 48 con su carro a hacer la compra a Ciudad Lineal), los conductores tienen sus reservas. "Esto va a parecer un camión de la mudanza", dice un chófer. Además creen que serán más inseguros. "No están habilitados y con los frenazos habrá accidentes", explicó Pedro Rico, conductor de la Línea 77.

Además, "se tardará más en en cargar y descargar viajeros. Si ahora lo hacemos en 20 segundos, con carros y maletas podría llevar hasta 4 minutos". Además muchos conductores se preguntan qué pasará cuando haya dos carros de la compra y en una parada quiera subir un discapacitado o una sillita de bebé: "No sabemos quién tiene al final preferencia".

Los chóferes optan por medidas "más sencillas, como instalar habitáculos para colocar las maletas, como los autocares del aeropuerto", sugiere Rico. Pese a los inconvenientes, la EMT asegura que esta medida, "pionera en la comunidad", se ha adoptado "como respuesta a la creciente demanda de nuestros clientes para mejorar la accesibilidad universal a la flota".

Los autobuses interurbanos, los que hacen recorridos entre la capital y los municipios, no disponen de esta posibilidad, ya que "al circular por carretera y tener todo su espacio con asientos no está permitido por una cuestión de seguridad".