No fue una sorpresa para nadie. Tal y como él mismo confirmó en exclusiva a 20Minutos, Bigote Arrocet comparecía hace unos días en el Instituto de Toxicología de Las Rozas para realizarse las pruebas biológicas tras la demanda de paternidad interpuesta por Alexis Ledgard. Un asunto que ha despertado infinidad de especulaciones y que el humorista ha manejado entre la tranquilidad y el enfado, pues en conversación con este medio insiste en que nunca se ha negado a reconocerlo como hijo legítimo. Pero no solo en lo legal, sino afectuosa y materialmente. Son muchas las ayudas prestadas y los reconocimientos emocionales entregados durante los años en los que han tenido relación.

A pesar de los pesares, el desenlace judicial tendrá que esperar. La crisis por el coronavirus ha provocado la práctica paralización de la vida judicial, centralizándose los casos más importantes o aquellos que requieren mayor celeridad. Este hecho insólito ha supuesto que la causa que enfrenta a Bigote y Alexis no se vaya a resolver en las fechas establecidas. De hecho, el juicio que estaba previsto realizarse en la mañana de ayer en el Juzgado 91 de Primera Instancia, se ha pospuesto sine die.

Aprovechando la coyuntura, son muchos los que aseguran que Bigote ha querido poner tierra de por medio, que se ha sacado de la chistera un viaje para huir. Según fuentes solventes consultadas, Bigote únicamente ha adelantado un viaje que tenía previsto para resolver pequeñas incidencias en negocios en EE UU y Latinoamérica. Su intención primera era visitar Miami, Nueva York y Panamá, pero sigue a la espera de poder cumplir con el calendario que se había marcado. Eso sí, ni se instala a vivir en el extranjero ni tampoco tiene intención de dejar de vivir en Madrid. Todo cambia, menos él.