Han pasado sólo cuatro meses desde que el conseller de Sanitat, Manuel Cervera, anunciara la puesta en marcha de cámaras en neonatos del hospital La Fe, para que los padres pudieran ver a sus hijos desde casa o el trabajo, y la medida ya se ha descartado.

Según fuentes internas de la sala de neonatos, hace diez días el gerente del departamento de Salud de La Fe, Melchor Hoyos, comunicó que finalmente se descartaba poner cámaras en las incubadoras. De esta forma, las enfermeras de La Fe ganan la batalla al conseller y, especialmente, al jefe de neonatología, Vicente Roqués, quien defendía con firmeza la iniciativa.

Las enfermeras rechazaban este sistema al considerar que tanto la imagen del menor como su intimidad no estaban protegidas. Además, recalcaban que los progenitores tienen las puertas y el teléfono de la unidad abiertos las 24 horas del día. El personal sanitario también reclamó inversión en otras prioridades, como arreglar incubadoras averiadas. Por ello, iniciaron una serie de protestas y, finalmente, se ha descartado la iniciativa, que sí se usa en hospitales de Gran Bretaña y EE.UU para «mitigar la ansiedad», según indicó el conseller Manuel Cervera.

El sistema de webcams tenía un coste de 24.740 euros y se iban a instalar diez unidades de potente resolución y zoom que se colgarían en las torres de la sala. El centro hospitalario tenía previsto poner carteles en los que se concretara el horario de filmación y sólo enfocarían a los bebés cuyos padres lo autorizaran.

La nueva Fe sí tendrá webcams

El nuevo hospital La Fe, que debe estar acabado en mayo de 2009 en Malilla, «sí que tendrá cámaras en la sala de neonatos» para que los padres puedan ver a sus hijos desde casa (hay pacientes que vienen incluso de otras comunidades autónomas), según ha afirmado a 20 minutos el portavoz sindical de USO-CV, Ernesto Sánchez. Este sistema no será único en España, puesto que en La Rioja se puso en marcha hace unos años. Sólo el jefe de servicio y los padres podrán ver las imágenes. El primero suprimirá las que pudieran inquietar a los progenitores. Una vez que el bebé reciba el alta las imágenes se destruirán.

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