La principal preocupación de las personas que sufren una enfermedad mental es el mundo laboral. Necesitan un empleo para ser independientes, pero la realidad dice que el 90% están en el paro, según la responsable de la Fundación Intras, Teresa Orihuela.

Isabel Bartolomé es una de las personas que padece esta enfermedad y quiere dedicarse a la ayuda a domicilio. Se ha formado para ello, pero no tiene suerte. Ella defiende con fuerza que está preparada para dar el salto, al igual que los otros 39 miembros de la asociación castellano y leonesa de personas con enfermedad mental que se acaba de crear y que ayer se presentó en Valladolid.«Hay mucha gente que lo confunde, pero ellos tienen la misma capacidad intelectual que cualquier persona», recalca Teresa.

Aunque los datos no están claros, se cree que el 1% de los ciudadanos tienen una enfermedad mental (con lo que en Valladolid podría haber 3.200 personas). El problema es crónico y la mayoría necesita medicarse toda la vida, pero una vez tratado y rehabilitado se puede hace una vida normal.

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