Enfado y malestar son las dos palabras que mejor definen el estado de ánimo de los vecinos de San Rafael de la Albaida por el enorme retraso que lleva acumulada la obra de reforma del tramo de la carretera de Trassierra que va desde la glorieta Amadora hasta el citado barrio periférico.

Fuentes de la Gerencia de Urbanismo informan a 20 minutos de que «es cuestión de días» que esta vía vuelva a abrirse al tráfico tras cerca de dos años de intervención. Este mismo organismo aseguró el pasado mes de julio que los coches volverían a circular por esta carretera en agosto.

Éste no es el primer retraso que sufre esta infraestructura. Los primeros trabajos comenzaron en noviembre de 2006 y su plazo inicial de ejecución era de tan sólo seis meses. Sin embargo, este periodo casi se ha cuadruplicado hasta llegar a casi los dos años de tiempo.

El Ayuntamiento justificó en su momento esta demora en la aparición de restos arqueológicos mientras que las máquinas trabajaban en esta zona situada en el Poniente Norte de la capital. Los residentes no encuentran ninguna explicación a este nuevo retraso.

El presidente de la Asociación de Vecinos de San Rafael de la Albaida, Antonio Medina, indica que «estamos bastante hartos de esta situación, ya que nos hablaron de seis meses y ya vamos por dos años». Este dirigente vecinal culpa de esta demora al Ayuntamiento, a quien acusa de «falta de previsión» y de «incumplimiento manifiesto» en todo lo relativo a las obras en la carretera de Trassierra.

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