"La Policía ha empezado a provocar a los concentrados, se han producido unos empujones, y luego se armaron con cascos, porras y un fusil lanzapelotas, obligando a la gente a dispersarse bajo amenaza de carga", señaló uno de los okupas.
No les permitieron la entrada
El 8 de octubre de 2007, Hermanos Culiañez S.A., sociedad propietaria del edificio, denunció su 'okupación' cuatro días antes. El auto remitió a la comisaría de Arganzuela una orden para que identificara a los ocupantes. Los agentes se personaron en el lugar pero no lograron identificarlos por la negativa de los ocupantes a permitirles la entrada, por lo que el Ministerio Fiscal acordó como medida cautelar el desalojo.
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