¿En qué punto está el caso?

Estamos pendientes de que el Tribunal Superior de Justicia de Murcia resuelva si su presidente, Juan Martínez Moya, se inhibe o no. Debe hacerlo, porque cuando este asunto salió en prensa, Martínez Moya amenazó a Ferrín Calamita con expedientarlo y de hecho lo hizo. Un principio del Derecho dice que un juez no puede tratar dos veces el mismo asunto, por lo que ahora debe inhibirse sobre esta querella.

¿Hay pruebas de la amenaza?

Martínez Moya llamó por teléfono a Ferrín cuando salió el tema. Una trabajadora de su juzgado le dijo que mi cliente no quería que le pasaran llamadas. Ocurrió lo mismo con el secretario. Ahí fue cuando el presidente del TSJ efectuó la amenaza. La trabajadora y el secretario van a declarar esto ante el CGPJ. Luego, a Ferrín Calamita le propusieron que, si se iba de Murcia y pagaba 10.000 €, le retiraban la querella. La rechazó.

Sobre la adopción, ¿cuál es la base de la defensa?

Mi cliente pidió un informe psicosocial sobre la pareja de lesbianas que pedía la adopción y ese informe no se pronunciaba sobre si eran idóneas para adoptar. Además, tiene dudas sobre la constitucionalidad del matrimonio homosexual, así que esperó a que el Tribunal Constitucional se pronunciara. No lo hizo con ánimo de ofender.

¿Es todo por la fe católica?

Él me dice que no. Es juez de Familia y ha firmado divorcios, algo a lo que los católicos nos oponemos.