Los restos del proyectil encontrados dentro del coche calcinado en el crimen de la Urbana tenían plomo entre sus componentes, lo que descarta que fuese una bala reglamentaria del cuerpo de la Guàrdia Urbana.

Los peritos balísticos han explicado al juez que la pieza de apariencia metálica se podría corresponder con el llavero en forma de bala, recuerdo de la boda que la exmujer de la víctima, Pedro Rodríguez, dijo que habitualmente llevaba encima. También se podría tratar de una bala no relacionada con la Guàrdia Urbana ni con los Mossos d'Esquadra.

Según los peritos, las altas temperaturas a las que se vio sometido el interior del maletero del vehículo donde se encontró el cuerpo calcinado, impiden llegar a ninguna conclusión por la forma del objeto. Ha sido el análisis de la composición de los restos con apariencia metálica encontrados el que ha determinado que había "pequeños elementos de plomo".

Después de compararlo con cinco muestras diferentes, los peritos han concluido que por composición el elemento se podría corresponder con una bala convencional, pero no una bala del cuerpo de la Guàrdia Urbana, como la que faltaba en el arma de Rosa Peral, ya que las que utilizan los cuerpos policiales no tienen plomo.

En cuanto a las armas analizadas, los peritos balísticos no encontraron nada anormal. Este jueves también han intervenido los peritos químicos, que han explicado al juez que los restos que se tomaron del volante del vehículo quemado se correspondían con gasolina, lo que apoya la hipótesis de que quien encendió el vehículo utilizó acelerantes para una mejor combustión.

Este descubrimiento sobre las balas perjudica al acusado, Albert López, que en su escrito de defensa indica que Rosa Peral mató a Rodríguez con la bala que faltaba en su arma y que él solo accedió a ayudarla a deshacerse del cuerpo.