Polígono Sur ya tiene un plan para transformar el barrio en un lugar digno. El informe (tiene 600 páginas) está cerrado y recoge las medidas que se deben llevar a cabo en los próximos diez años. En septiembre se verá «qué, cuándo, dónde y con qué dinero se hacen las cosas a nivel técnico y político», explica Jesús Maeztu, el Comisionado del Polígono Sur, quien defiende que el plan se ha hecho «de la vida al papel», es decir, recogiendo todo lo que piden los vecinos en materia de educación, cultura, seguridad, empleo y vivienda.

 

 

Equipamientos: Tendrán una guardería, comisaría, escuela taller, centro de salud y centro de día de menores.

 

Infraestructura: Mejorarán las «relaciones de la ciudad con el barrio». Pondrán más badenes, acerado, nuevas papeleras y buzones.

 

Familia: Seguirán trabajando con grupos específicos.

 

Educación: Todos los profesores recibirán formación.

 

Empleo: Crearán un centro de empleo en Murillo, ya que han visto que el 93% de los trabajadores no han recibido formación y el 70% tiene trabajos precarios.

 

 

El Comisionado para Polígono Sur tiene localizadas en el barrio a 27 familias procedentes del asentamiento chabolista de Los Bermejales. Un año después del suceso, Maeztu reconoce que se trata sólo de «un pequeño grupo de familias problemáticas que dañan la convivencia del barrio y necesitan atención especial». Para ellos pide «espacio y trabajo, no soluciones para salir del paso», dejando claro que el Comisionado se opone a la creación de una ciudad del Tránsito, ya que «huele a apartheid, a zona de exclusión y a la creación de otro polígono».