Cuando hay dinero, las ideas vienen solas. Pero con las vacas flacas, escasean las ideas. Prueba de ello son los últimos datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas, dependiente del Ministerio de Industria. En lo que va de año, sólo se han presentado 46 solicitudes de patentes en la Región, lejos de las 68 de 2007 y de las 72 de 2006. El descenso es del 36%.

Precisamente, un estudio de la UMU, realizado hace un año, revelaba que los murcianos son más creativos que el resto de los españoles.

En toda España

Esta tendencia a la baja se ve en toda España, aunque el descenso porcentual ha sido menor (25%). Si el año pasado hubo 3.439 peticiones de patentes, éste ha habido 2.572. Es la cifra más baja desde el año 2000.

La socióloga de la UMU Pilar Ortiz asegura que la actividad emprendedora se ve afectada por la crisis, sobre todo «porque el modelo de crecimiento regional se centró en un sólo sector, el inmobiliario» y por el retraimiento de los bancos a conceder créditos. Ortiz opina que aún «estamos asimilando la crisis» y no se espera una reacción imaginativa a corto plazo.

Ingenio contra las ladillas

Si hay un invento original es el que lanzó Damián Torres, un cartagenero que patentó un calzoncillo antiladillas. Se trata de una especie de boxer de usar y tirar, con un preservativo adjunto, que protege el pubis y que impide el contagio de ladillas. Otro cartagenero, Ángel Ripoll, puso en marcha un sistema que, aplicado a los quitamiedos de las carreteras, evitaba mutilar a los motoristas. Para Ripoll, el descenso de las patentes se debe a la crisis, porque «para sacar un invento adelante, hace falta tener mucha potencia económica».