De esta forma, la ciudad contará con más ojos para poder sancionar los vehículos que aparquen en el carril bus, en los lugares destinados a la carga y descarga, en doble fila o encima de la acera.

Con la zona verde

El cambio se podría producir después del estreno de las zonas verdes, previstas para el mes de mayo. En esta fecha, 42.000 aparcamientos libres de la ciudad (principalmente, de los barrios del centro) pasarán a ser de pago, y las zonas azules dejarán de ser gratis al mediodía. Para poder vigilar todas estas áreas, el Ajuntament contará con 200 vigilantes que se añadirán a los 130 actuales.

El aumento de funciones de este colectivo quitaría trabajo a los agentes de la Guàrdia Urbana y permitiría que dedicarán más tiempo a otras tareas relacionadas con la seguridad viaria o con la fluidez del tráfico. Algunas fuentes de la Guàrdia Urbana consultadas han explicado que el cambio será positivo, ya que hay mucho trabajo para los 2.500 agentes que hay en plantilla actualmente.

Otra formación

Actualmente, los vigilantes de la zona azul no pueden multar fuera de estos espacios porque la ley no lo permite. Para ampliar las funciones de estos auxiliares de agentes de la autoridad sería necesario que recibieran un curso de formación más amplio y tendría que ir a cargo de un organismo homologado, como la Escola de Policia de Catalunya, donde se forman todos los agentes de Policía.