La emisión de ruido fue la principal causa de que los ciclomotores no pasaran la prueba. El 55,5% de los rechazados suspenden por esta causa. El máximo permitido es 93 decibelios (db), el equivalente al sonido de una taladradora encendida.

Le siguen en la lista de rechazados los que han sido pillados con exceso de velocidad máxima permitida, que es de 45 kim/hora (38,8% de suspensos) y los que llegan con fallos en el alumbrado y la señalización (25%).

Al 18% lo echan para atrás

De los 7.500 ciclomotores que han pasado la ITV en la Región durante el primer semestre de este años, el 18% no ha superado la revisión. Este dato es superior al 15% de rechazo medio del resto de vehículos a motor.

Aún así, esta cifra de ciclomotores sólo significan el 12,5% de los 60.000 motocicletas, matriculadas antes del 31 de diciembre de 2004, que estarían obligadas a haber pasado ya por la ITV. Faltan 52.500.

«Es un tipo de inspección que hasta ahora no se hacían, pero están observando un importante incremento cada mes», según fuentes de la Dirección General de Industria.

La inspección puede realizarse en cualquiera de las ochos estaciones de ITV fijas y en las móviles , cita previa, en los municipios a más de 20 kilómetros de una estación fija.