De momento, los restauradores trabajan para poner al descubierto las que hay en dos claves de bóveda y sus nervios, y se prevé que en unos seis meses se haya terminado toda la iglesia. Se desconoce si hay más pinturas ocultas, porque la construcción de la otra parte de la nave se remonta un siglo atrás.

Desde que se descubrió la existencia de pinturas ocultas, un equipo de seis restauradoras trabaja con precisión milimétrica para recuperarlas y hacerlas visibles. Con diferentes bisturís, rascan la pátina de cal que tapa las pinturas para dejarlas visibles de nuevo y recuperar este tesoro escondido en las bóvedas del templo.

Las catas que hizo la empresa CPA, encargada de la restauración, revelaron la existencia de las pinturas en un diámetro de aproximadamente dos metros desde el inicio de los nervios. La intención de los restauradores y arquitectos es que las dos primeras maderadas estén descubiertas coincidiendo con la festividad de Sant Narcís, el próximo 29 de octubre.

Recubiertas con cal

A partir de aquí, y durante aproximadamente medio año, se irá limpiando el resto de la bóveda) Sin embargo, como su construcción fue anterior, Viader ha indicado que no se sabe si los nervios y las claves aparecerán con pinturas.

El descubrimiento de las pinturas ocultas ha sido una verdadera sorpresa para los encargados de la restauración. Y es que no se tenía ninguna constancia documental de su existencia, únicamente se sabía que en el siglo XVIII se decidió recubrir toda la bóveda con una capa de cal. Estas actuaciones son propias del Barroco, y se hacían con la voluntad de hacer que todo tuviera la misma apariencia.

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