En Granada, uno de cada cinco ancianos vive solo. Son 30.628 personas mayores de 65 años –según los datos presentados por la diputada socialista María José Sánchez– las que se quedan sin compañía cada vez que cierran la puerta de su casa, bien por elección propia o por avatares de la vida. La gran mayoría de ellos, el 87,2%, residen en una vivienda de su propiedad.

El principal contacto que tienen es con miembros de su familia, pero también con los profesionales de los servicios de ayuda a domicilio y teleasistencia: en Granada hay 4.200 y 4.275 usuarios, respectivamente. Y es que la población mayor en Granada cada vez es más numerosa. La provincia envejece poco a poco, subraya el informe del Imserso: de 138.678 mayores de 65 años en 2003 hemos pasado a 139.853 el presente ejercicio.

Y hay más. Las estadísticas reflejan que los ancianos granadinos supondrán en 2050 el 30,8% de la población total de la provincia, entre otras cosas porque la esperanza de vida al nacer se encuentra entre las más altas de la Unión Europea: 75,7 años para ellos y 83,1 para ellas.

Una cuarta parte de los abuelos usan teléfono móvil y, aunque «están satisfechos con la vida en general», un 10% a menudo se siente solo, explicó Sánchez. El informe revela que la cobertura social aún es baja y que las instituciones deben implicarse más en el cuidado de los mayores. Sólo el 13,6% de los hogares cuentan con ayuda profesional.

«La soledad se deja en un rincón»

Juegos de cartas, viajes con las amigas, manualidades, relajación. Son las actividades con las que Ángeles Jiménez ocupa su tiempo. Esta granadina dice que «la soledad es muy fea, pero hay que dejarla en un rincón». Tiene 72 años y desde hace seis vive sola: «Hay que buscarse cosas, salir por ahí, ver a la familia. Disfrutar de la vida, aunque a veces falte el ánimo».