Cataluña ha registrado un saldo migratorio positivo entre los años 2015 y 2018, pero un 47,9% de las personas migradas se encuentran en situación de riesgo de pobreza. Así lo muestra la onceava edición del Informe d'Indicadors Socials a Catalunya en relación al contexto estatal y europeo, INSOCAT.

Esta edición monográfica que lleva por titulo 'Migracions i vulnerabilitats' pone como foco las condiciones de vida de la población migrada en Cataluña, y evidencia la relación entre el hecho de ser de origen migrado y un mayor riesgo de sufrir pobreza o exclusión.

Un 18% de la población en Cataluña ha nacido fuera del España. Se trata de 1.380.000 personas de las cuales un 30% tienen actualmente nacionalidad española, un 19% de otros países de la Unión Europea y un 51% nacionalidades extracomunitarias. El informe analiza diferentes indicadores sociales de pobreza y exclusión, ámbito laboral, ingresos y gastos, educación y salud.

El informe pretende "romper con los estereotipos que hay en la propia sociedad", apunta Ferran Busquets, vocal de Pobreza d'ECAS. Las prestaciones sociales reducen casi a la mitad la tasa de riesgo de pobreza entre la población nacida en el España y, en cambio, prácticamente no tienen un efecto sobre la población migrada de países extracomunitarios.

De un 50,5% de riesgo de pobreza antes de recibir las transferencias a un 47,9% después. Esta desigualdad acaba ampliando la brecha de pobreza entre la población comunitaria y extracomunitaria.

Los datos que provienen principalmente de la encuesta de condiciones de vida que elabora anulamente el Idescat juntamente con INE, entre otras fuentes, muestran que la pobreza es producto de una suma de problemáticas estructurales en que "el propio progreso migratorio y la Ley de extranjería son factores generadores de esta".

TRABAJO Y PARO

Los datos sobre la situación laboral muestran las grandes dificultades y desigualdades entre la población. Casi el 40% de las personas migradas de países extracomunitarios que tienen faena son pobres. La pobreza en el trabajo afecta hasta al 44,3% de las mujeres de origen extracomunitario. El 60% aproximadamente de las mujeres migradas están en situación de pobreza.

Un 20,7% de las personas con nacionalidad extranjera en Cataluña están en el paro, y un 8,5% hace más de un año que no tienen trabajo. En ambos casos la tasa duplica la de la población con nacionalidad española. Además, más de la mitad de la población nacida fuera de la UE ingresa menos de mil euros brutos mensuales. Para las mujeres, 4 de cada 10 entre las nacidas en países africanos o asiáticos cobran menos de 500 euros mensuales brutos, y 7 de cada 10 menos de 1.000 euros.

EDUCACIÓN

Las desigualdades sociales se traducen también en diferencias en el ámbito educativo. Un tercio de los alumnos de ESO con nacionalidad extranjera están en cursos inferiores a los que les tocaría. Durante el curso 2017-2018, solo el 55% de los alumnos de cuarto de ESO con nacionalidad de países africanos obtienen el graduado.

En el caso de alumnos con nacionalidad de países del Magreb, América Central y del Sur, y Asia y Oceanía, la tasa de graduación es de casi el 70%, lejos del 90% de los que tienen nacionalidad española.

INGRESOS Y GASTOS

En Cataluña "hay discriminación salarial de genero y de origen", así lo muestra el informe. La renda media anual en las casas de Cataluña revela una diferencia de más de 8.000 euros según si la persona de referencia es nacida en el Estado español. En Cataluña las casas más pobres son las que tienen como persona de referencia una persona migrada de fuera de la UE, y de menos de 45 años.

Para las casas con nacionalidad extranjera los bienes de primera necesidad representan una parte más importante de sus gastos totales. Un mayor esfuerzo económico que llega prácticamente al 33,6% de los gastos totales. El presupuesto más bajo es el de los hogares con nacionalidad fuera de la UE: 22.999 euros de gastos anuales, de los cuales un 59,1% son para cubrir necesidades básicas.