Cerca de medio siglo detrás de un mostrador es mucho tiempo. Si además, uno nunca ha disfrutado de vacaciones, la historia adquiere otro matiz. José Ángel Vega, Pepe para los amigos, lleva 48 años despachando en la Droguería La Giralda (calle Pescadería). «Comencé con 7 años, después de hacer la primera comunión. Mi tío trabajaba aquí y mi padre le preguntó si necesitaba un aprendiz, desde entonces sigo en el mismo sitio», comenta el dependiente.

Pepe es ahora el responsable de uno de los comercios más antiguos de Granada. «130 años de solera y parece que no ha pasado el tiempo». El local está igual que en 1878. Las mismas estanterías repletas de lejía y estropajos cubren las paredes. La escalera por la que han subido ya cuatro propietarios tiene los peldaños gastados por el paso de los años, «pero sigue aguantando como el primer día, salvo porque hemos tenido que ponerle unos refuerzos de hierro para que no se abra», apunta Pepe.

Una peseta de colonia

El mostrador de La Giralda ha visto pasar a varias generaciones. «Recuerdo cuando vendíamos a granel una peseta de colonia o estropajo de esparto». Las cosas han cambiado tanto...«Mientras ahora hay varias marcas de papel higiénico antes sólo se vendía la marca Elefante. Comprábamos un paquete y nos duraba meses porque la gente no tenía para esos lujos».

Plaza Bib-Rambla estaba entonces abierta al tráfico rodado y todos los lunes llegaban los propietarios de las pequeñas tiendas de los pueblos, que se surtían en la capital de otros comercios más especializados. «He visto gente llorar delante del mostrador recordando cómo su abuelo venía aquí a por sosa cáustica. Nos ha pasado de todo, ahora los extranjeros nos hacen fotos».

No es para menos, en La Giralda la contabilidad se lleva como entonces, «en el libro de cuentas». El ordenador y los códigos de barras son para otros. Aquí el tiempo se detuvo en 1878.

Salamanca desde 1932

La droguería Salamanca, en la calle Salamanca, está también entre los comercios con más solera del centro. «La tienda se fundó en 1932 y ya hemos pasado dos generaciones por aquí», apunta Enrique Ballesta.

Nada se ha tocado en este comercio especializado «en las cosas que no hay en otros sitios. Hacemos preparados para todo tipo de manchas o compuestos para limpiar superficies delicadas». El truco en perdurar está, según su propietario, «en saber torear y dar calidad».

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE GRANADA