Los hechos que han motivado los arrestos tuvieron lugar en torno a las 15:00 horas de ayer, después de que la Policía fuera alertada de un robo con intimidación perpetrado en la calle Ebro.

En ese caso, un ciudadano rumano, empleando un cuchillo de grandes dimensiones, había intimidado al dueño de un camión grúa, después de que éste lo sorprendiera arrancando el cableado de la grúa.

El Cuerpo Nacional de Policía detectó la presencia del presunto autor de los hechos en el asentamiento de chabolas existente en el Cortijo de Las Rejas y se observó igualmente cómo otros hombres metían varios sacos de cable de cobre en una furgoneta.

Tras observar la presencia policial, los implicados intentaron darse a la fuga, aunque fueron interceptados momentos más tarde y detenidos por un delito de hurto. En la inspección de la furgoneta, la Policía encontró gran cantidad de sacos de cobre, así como cables de cobre sin envasar, que contenían unos 2.000 kilogramos de este metal.

Junto al vehículo, los agentes hallaron igualmente un contenedor con gran cantidad de envolturas de plástico y comprobaron que las farolas que rodeaban el asentamiento tenían las tapaderas forzadas y el cableado arrancado.

'Modus operandi'

Según la Policía Nacional, la forma de actuar en este tipo de asentamientos rumanos es que las mujeres se dedican a pelar los cables de cobre, mientras que los hombres los sustraen.

Tras el arresto de todos los integrantes del asentamiento, se procedió a intervenir igualmente numerosos útiles y material utilizado para esta modalidad delictiva "emergente".