La sentencia condena al Ajuntament a indemnizar con 6.000 euros a cada uno de los cuatro denunciantes, a pagarles las costas del juicio y obliga también a reducir el ruido del aparato en tres meses. Su deber era, según la sentencia, «ordenar su inmediata cesación» y, en cambio, «toleró las molestias».
Problemas desde 1999
La primera denuncia de los vecinos fue en 1999. Los afectados han tenido que pasar «por un calvario administrativo que afectaría al estado anímico de cualquiera», según la sentencia, que destaca que la «abusiva dejación de funciones» violó los derechos fundamentales de los vecinos. Fuentes muncipales explicaron que denunciarán a Telefónica para que pague las indemnizaciones. CiU criticó la «falta de autoridad» municipal.
Nadie piensa recurrir
El gerente de Sant Andreu, Ignasi Cardelús, explicó que no recurrirán la sentencia porque les permite «entrar a precintar la fuente del ruido». El abogado de los vecinos, Lluís Gallardo, miembro de la Associació Contra la Contaminació Acústica, explicó que ellos tampoco lo harán.
Dinos donde...
Hay ruidos molestos
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