La mujer dio a luz en febrero de 1999 a un niño que nació con pelizaeus-merbacher , una grave enfermedad neurológica, sin cura en la actualidad, que provoca espasmos en el ojo y la cabeza, demencia y convulsiones.

En el hospital se extrajo sangre al bebé para remitirla a un

La demandante tenía un 25% de posibilidades de tener otro hijo portador de esa enfermedad, ya que ésta afecta a un 50% de los varones, mientras que las niñas no son portadoras de ella o la padecen de forma asintomática.

Imposible diagnóstico

Cuando se volvió a quedar embarazada, la mujer acudió al hospital Vall d'Hebron para que se le practicara un diagnostico prenatal con el fin de descartar que el feto también sufriera la enfermedad.En el hospital se le practicó una ecografía, pero el equipo médico le informó de que era imposible diagnosticar si el feto sufría la enfermedad, por lo que la mujer, ante el temor de tener un segundo hijo con pelizaeus-merbacher,

Posteriormente, dos especialistas en genética del Hospital del Mar informaron a la mujer de que es posible la diagnosis prenatal de la enfermedad mediante un análisis de muestras de sangre e incluso determinando el sexo del embrión, que puede averiguarse en un plazo de 40 horas.