Según informó el gabinete de prensa de la Comunidad Autónoma, estas farolas, que han sido colocadas ya en la carretera F-35, que une Cartagena con La Aparecida y La Puebla, están fabricadas en fibra de vidrio y polímero reforzado y están diseñadas para doblarse en caso de que un vehículo choque contra ellas.

Añadió que estas farolas se ajustan a la normativa de seguridad de la Unión Europea referente a la seguridad pasiva del equipamiento de carretera y, según los expertos, pueden reducir el nivel de lesiones en un grado, por lo que los fallecidos pasarían a resultar heridos graves, los graves serían leves y los leves resultarían indemnes.

Por su parte, la directora general de Carreteras, Carmen Sandoval, explicó que "las primeras 17 farolas que se han instalado en la F-35 forman parte de una experiencia piloto que permitirá comprobar su funcionamiento, eficacia y efectividad y valorar así su implantación en otros tramos de la red regional de carreteras".

Entre las soluciones que estudia la Consejería para proteger a los ocupantes de los vehículos en colisiones contra farolas se encuentran posibilidades como eliminar los obstáculos innecesarios, trasladarlos lo más lejos posible de los laterales de la vía, modificar su estructura o aislarlos por medio de nuevos elementos de seguridad, algo que ya se consigue con este sistema de iluminación.

La fibra de vidrio con la que están construidas la nuevas farolas hace que su vida media exceda los 60 años, que tengan un peso reducido de 105 kilogramos que facilita su instalación y que el daño ocasional que puedan sufrir los pasajeros del vehículo sea menor que con las farolas tradicionales.

Además, otra de las ventajas que aporta la fibra de vidrio es el hecho de que las farolas son totalmente reciclables, puesto que la base puede seguir utilizándose tras un choque contra la misma y el único coste es el de la reposición de la columna.