Ese día, un vecino de la localidad de El Vellón, en el norte de la Comunidad de Madrid, descubrió un reguero de sangre mientras paseaba por el Camino de Valdegonzález. Los servicios de emergencia siguieron el rastro, que conducía a una arqueta de registro del Canal de Isabel II, en la que se halló el cadáver de un varón de mediana edad con varias heridas incisas cortantes.
Los efectivos del Grupo de Homicidios y del Grupo de Laboratorio de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid realizaron la inspección ocular de la zona y comprobaron que la víctima había recibido siete puñaladas en distintas partes del cuerpo. Además, encontraron otro tipo de restos que analizaron. El cadáver resultó ser M.A.G., un ciudadano paquistaní de 35 años con residencia oficial en Mallorca.
Un nuevo trabajo
Así, las primeras investigaciones llevaron a los agentes al aeropuerto de Barajas, al que el fallecido había llegado pocas horas antes procedente de Baleares. Su entorno informó de que se había desplazado a la capital para trabajar, lo que condujo a los investigadores a una empresa situada en un polígono industrial de Colmenar Viejo, donde trabajaba otro paquistaní, sobre el que se centraron las pesquisas.
El 7 de agosto se detuvo a A.S., la persona con la que la víctima se había puesto en contacto para conseguir un nuevo trabajo. Con la oportuna autorización judicial, la Guardia Civil registró su domicilio, situado en la misma localidad, de donde se recogieron diversos efectos y vestigios que permitieron esclarecer el crimen al cotejarlos con los indicios hallados en el lugar donde se encontró el cuerpo.
El detenido pasó a las pocas horas a disposición de la Autoridad Judicial competente, quien decretó el ingreso en prisión.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios