Los vecinos del barrio barcelonés de Sant Antoni siguen a la espera de ver terminada la ampliación de la 'superilla' que el gobierno municipal de Ada Colau proyectó en los alrededores del mercado. Primero el Ayuntamiento fijó en julio de este año el final de las obras, pero la cantidad de canalizaciones de suministros (agua, electricidad y gas) que se encontraron al intervenir en la vía pública obligaron a rediseñar la red de alcantarillado, lo que llevó a establecer en septiembre el fin de los trabajos. Sin embargo, el objetivo no se pudo cumplir y la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz, señala ahora que las actuaciones "estarán acabadas a principios de noviembre".

Se trata de los trabajos de reurbanización de las calles Comte Borrell, entre Floridablanca y la Gran Via de les Corts Catalanes, y Tamarit, entre Viladomat y Calabria, los últimos que quedan para terminar de dar forma a una superilla que supondrá ganar 48.000 metros cuadrados de espacio (equivalente a casi cinco manzanas del Eixample) con prioridad para el peatón en Barcelona.

Una vez estén completamente acabadas las actuaciones previstas en las otras cuatro que se han creado hasta ahora en la ciudad (las del Poblenou, Horta, Hostafrancs y la Maternitat-Sant Ramon), la capital catalana, informan desde el Consistorio, tendrá 81.895 metros cuadrados más de superficie en la que los transeúntes estarán por delante de los vehículos. A estos se sumarán 63.767 más con las otras tres 'superilles' que el Ayuntamiento empezará a implantar este mandato, las de Girona, Consell de Cent-Germanetes y Sant Gervasi. Sanz apunta que se están redactando los proyectos, para empezar las obras en 2020, tras un proceso participativo que ha dado voz a los vecinos.

Que es necesario que la participación vecinal sea "amplia", señala la regidora, es una lección que se aprendió tras inaugurar la primera 'superilla' que se creó , la de Poblenou, que en un principio generó múltiples quejas ciudadanas que obligaron al Consistorio a introducir modificaciones. "Falló la comunicación. Sobre eso hacemos autocrítica", reconoce Sanz, que afirma que se dio "una información inicial muy básica". Señala, además, que la experiencia de Poblenou les enseñó que es importante "calendarizar" bien las obras, pues las de esta superilla empezaron a principios de septiembre, con lo que no se pudo hablar lo suficiente con "personas que en agosto estaban de vacaciones".

La teniente de alcaldía explica, por otro lado, que las 'superilles' son "proyectos vivos" que en muchos casos se van ampliando a medida que se pueden ofrecer "alternativas de movilidad pública" y ese es el motivo por el cual aún están agendadas actuaciones por ejecutar en todas las que se han puesto en marcha excepto en la de Maternitat-Sant Ramon. "El objetivo es ir contagiando a las calles de los alrededores", apunta.

Aparte de los trabajos pendientes en la 'superilla' de Sant Antoni, están por empezar otros en la de Poblenou, en tramos de las calles Almogàvers, Sancho d'Àvila y Pere IV. En la de Horta, se están ejecutando actuaciones en la calle Feliu i Codina y parte de la de Chapí, y están en proyecto otras en otro tramo de esta vía y en Eduard Todà. Y en la de Sants-Hostafrancs se proyectan obras para mejorar las aceras de Consell de Cent y reurbanizar trozos de Torre de'n Damians y Rector Triadó.

Sobre las tres 'superilles' que está previsto empezar a crear el año que viene, fuentes del Consistorio cuentan que la de Girona estará en el entorno de esta calle, entre la ronda de Sant Pere, la calle de Còrsega, la de Roger de Llúria y el paseo de Sant Joan. Se priorizará la pacificación de Girona, donde hay dictada una suspensión de licencias para determinar las actividades que se podrán implantar. La de Germanetes estará delimitada por Vilamarí, Comte d'Urgell, la Gran Via y la avenida de Roma y prevé dar prioridad al peatón en Consell de Cent, Llançà, Rocafort, Comte Borrell y Casanovas. En cuanto a la de Sant Gervasi, estará entre Balmes, Mandri, Bonanova y General Mitre. Su principal objetivo será reducir el tráfico en una zona que los coches utilizan de atajo para acceder a las escuelas de Sarrià.

Pacificación de Almogàvers

El Ayuntamiento acaba de licitar las obras de pacificación de Almogàvers entre Joan d'Àustria y Pamplona, que costarán 5,1 millones de euros, empezarán en 2020 y durarán 14 meses. Se prevé dotar a la vía, que dará continuidad a la superilla de Poblenou, de plataforma única.