Según ha informado el Consell en una nota de prensa, "esto llega después de que la institución haya impulsado el Pacto estos últimos años con acciones de difusión destinadas a los ayuntamientos y con líneas de ayudas económicas para llevar adelante los compromisos adquiridos".

En este sentido, desde 2018 se ha promovido que los municipios elaboraran un Plan de Acción para la Energía Sostenible y el Clima (Paesc), condición indispensable para los inscritos al Pacto. Así, el área de Desarrollo Local ha subvencionado la redacción o la actualización de estos planes con dos convocatorias (2018 y 2019) que suman un total de 900.000 euros.

Actualmente, 32 ayuntamientos ya han aprobado sus Paesc y 19 lo están redactando con la ayuda económica del Consell. Por su parte, Palma y Calvià no han podido optar a estas ayudas, porque superan los límites de población establecidos en las convocatorias, aunque están en proceso de adaptación a los compromisos 2030 y se prevé que lo redacten durante el 2020.

Además, en julio de 2019 el Departamento de Promoción Económica y Desarrollo Local sacó una convocatoria nueva para que los ayuntamientos con un Paesc aprobado reciban financiación para implantar actuaciones que se recojan, como por ejemplo la sustitución del alumbrado municipal, campañas de educación ambiental o planes de movilidad. En total, se destinan 1.200.000 euros a esta línea de ayudas.

También hay que destacar que, entre 2017 y 2018, se han sacado diferentes líneas de ayudas para los ayuntamientos para mejorar la eficiencia energética y reducir la contaminación atmosférica, con un presupuesto de 2.599.862 euros.

El Consell es, junto con el Govern, coordinador territorial del Pacto en Mallorca. Una vez lograda la cifra de 53 municipios adheridos, la institución insular ha pedido formar parte del Club del Pacto de Alcaldes, el interlocutor de los coordinadores territoriales ante las administraciones estatales y europeas.

En el Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía se han inscrito más de 9.800 entidades locales comprometidas a reducir en un 40 por ciento las emisiones de gases invernadero para el año 2030.

Otros compromisos de los municipios firmantes son mejorar la eficiencia energética de las instalaciones municipales que consumen energía e incrementar la producción de energía de origen renovable.