David Nañez, un olmedano de 40 años que sufrió en sus propias carnes la violencia terrorista, fue el encargado de descubrir en la localidad vallisoletana la placa de la plaza que desde hoy recuerda y rinde homenaje en el municipio a las víctimas de la lacra de ETA.

Una inauguración que se convirtió en "un acto de justicia" al que, entre otros, asistieron el consejero de Interior y Justicia, Alfonso Fernández Mañueco, y el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Juan Antonio García Casquero.

Según recordó Nañez, en mayo de 1991, cuando sólo contaba con 23 años, una mochila bomba estalló cerca de la garita donde trabajaba como Guardia Civil en Pasajes, Guipúzcoa. Perdió una pierna y audición y, desde entonces, pese a sólo tener 40 años, está retirado. Un compañero suyo murió en el acto.

Para Nañez el homenaje que hoy rinde Olmedo, dando a una plaza el nombre de Víctimas del Terrorismo, es un acto que le "agrada", una sensación que compagina con el dolor que le supone conocer que el comando Vizcaya de ETA pretendía atentar contra la Guardia Civil y el Museo Militar de Burgos.

Aunque considera que la política antiterrorista del partido de Gobierno "se podría hacer mucho mejor" porque, en su opinión, "seguía una línea que no era la correcta", asegura que "mientras siga habiendo detenciones" servirán de "aliento" para quienes han sufrido el terrorismo en primera persona, señaló.

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