Sin embargo, ante la tardanza de éstos, fue un operario del propio complejo deportivo quien tuvo que usar una manguera convencional para sofocar el incendio, que chamuscó las ramas de algunos árboles cercanos.

A eso de las 21.41 horas, y ante la sorpresa de algunos vecinos, apareció caminando un bombero con la máscara en la mano y cargado con una bombona de oxígeno.

Según explicó uno de los vecinos, «escuché que el bombero preguntaba a un policía cómo había conseguido bajar hasta las pistas, ya que ni él ni sus compañeros lo habían logrado. Decían que no habían encontrado la rampa de acceso».

Al final, llegó andando otro bombero y se unió a la conversación. «Como no consiguieron bajar con el camión, se lo dejaron arriba y vinieron a ver qué había ocurrido. Es increíble que no supieran por dónde se entra», sentenció el testigo con incredulidad.

Fuentes municipales replicaron que los bomberos conocen al dedillo los accesos y que los hay cada dos kilómetros.