Consigue con una carta a la Casa Real que el SAS atienda su enfermedad tras 10 años

AGENCIASNOTICIA25.07.2008 - 20:20h
  • Es vecino de Lepe y su afección se llama 'Whipple', poco común.
  • Hasta hace dos años le estaban tratando como si fueran gases.
  • Reclama una indemnización por daños y prejucios y la jubilación.
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Una vecina de Lepe, Bella Lara, ha agradecido la respuesta de la Casa Real española a su petición para que el
Servicio Andaluz de Salud (SAS) atienda a su marido, Manuel Morales, de la
enfermedad de 'Whipple', tras 10 años reclamando un estudio completo y la jubilación para su esposo.

Su marido ha sido avisado por el Tribunal Médico del SAS "después de que el Rey haya conseguido en tres semanas lo que nosotros no hemos podido lograr en 10 años", ha explicado, después de que hace dos años la Clínica Universitaria de Navarra realizase el diagnóstico. El matrimonio pide una indemnización y critica que "sólo nos han atendido cuando le he pedido ayuda al Rey", ya que llevaban "10 años dándonos largas".

Sólo nos han atendido por el Rey. Llevaban 10 años dándonos largas
"
A mi marido se lo han cargado, y lo que quiero es que todo el mundo se entere de lo que ha pasado con él para que no le vuelva a ocurrir a nadie más", asegura Lara, que realizó su primera denuncia a la Seguridad Social después de estar su marido
ocho años en tratamiento de dolor abdominal que les diagnosticaron en el Hospital Infanta Elena como que
"eran gases", cuando finalmente se trató de la enfermedad de 'Whipple'.

Esta enfermedad es una afección poco común que causa una inadecuada absorción de nutrientes por el tracto intestinal como consecuencia de una infección en el intestino, aunque la falta de un diagnóstico definitivo ha hecho que Manuel Morales haya estado "ocho años a base de corticoides, cuando es lo peor que se puede hacer con esta enfermedad", explicó.

Se le estaba tratando con corticoides, que es lo peor para esta enfermedad
"Nos llevaban de un lado a otro, no nos daban soluciones, y sólo nos decían que
le podían medir el dolor para darle calmantes según como fuese, y yo les decía que no estaba dispuesta a darle morfina cuando aún no se sabía exactamente que tenía", expuso la esposa.

En enero de 2006 se desplazó a la Clínica Universitaria de Navarra y "sólo tres días después le dieron el diagnóstico que llevaba en Huelva ocho años esperando", aunque posteriormente, tuvo problemas para que la Seguridad Social le financiase el tratamiento, y que las primeras inyecciones "costaron 330 euros".

Lara ha puesto el caso en manos de un abogado y reclama "no sólo daños y perjuicios", sino que se reconozca que su marido necesita la jubilación.

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