Él volvía a casa de tomar unas copas con los amigos cuando, sobre un banco de piedra del jardín, vio el capazo de un bebé. "Allí estaba, despierta, con los ojos muy abiertos y mirándome", contó a 20 minutos.

Juan Ramón, padre de dos niñas de dos y siete años respectivamente, no lo dudó ni un momento. "Mi primer instinto fue el de protegerla. Cogí el capazo y me lo subí a casa", relató emocionado mientras recordaba a la pequeña, a la que él llama "su bombóm".

Una vez en su domicilio, avisaría a la Policía y a los servicios de Emergencias, que trasladaron a la pequeña la hospital La Paz.

Este héroe urbano sólo fue capaz de describir el estado de la niña. "No me fijé en sus rasgos ni en el color. Sólo en que estaba bien, muy limpita y calentita. Eso sí, llevaba un rosario rojo al cuello y la habían dejado con una bolsa de pañales y con un biberón preparado".

Un bebé de siete días

Juan Ramón no puede quedarse con la pequeña, a la que su madre, según se supo después, había dejado allí avisando previamente al servicio de emergencias 112. Pero no renuncia a que le dejen ser el padrino. "Me gustaría mucho. Ella siempre va a ir ya conmigo. Va a ser una parte de mí".

El bebé, según pudo constatar el servicio del Summa que acudió al domicilio, no tendría más de una semana. Además, por los signos que presentaba, los médicos sospechaban que habría podido nacer en un hospital, lo que después se confirmó.

Horas después de que este padre de familia encontrara a la niña abandonada en este céntrico parque de la capital, la Policía procedía a detener a la madre. Se trata de una joven boliviana de 29 años que trabaja como asistenta de hogar.

Al parecer, la mujer dejó a la niña convencida de que iban a encontrarla. Antes de hacerlo, avisó al 112. Pero Cuando ellos llegaron al lugar especificado por la madre...no encontraron nada. Claro, la pequeña ya estaba a salvo en casa de nuestro héroe.