"Me gustaría trabajar en una panadería y echarme una novia que me cuide"

Juan Jacobo, el sin techo que vivía en un portal de la plaza Cardenal Bellgua de Murcia, logra rehabilitarse

Con la cara recién afeitada, limpio y sonriente recibe Juan Jacobo a 20 minutos. «Soy un hombre nuevo. He dejado el alcohol definitivamente», cuenta este ex marino mercante que hasta enero lleva siete años viviendo en un portal de la plaza Cardenal Belluga de Murcia.

Poco después de contar su historia y su relación con la familia del emblemático edificio, Juan Jacobo decidió rehabilitarse y dejar la calle.

Tras su paso por el hospital Virgen de la Caridad de Cartagena estuvo en un centro de Albacete. «Allí convivía con drogadictos, eran como muertos vivientes, y me di cuenta que tenía que volver a ser una persona», relata. «Lo peor fue superar el mono. No comía, me ponía agresivo...Me costó, pero salí del infierno», explica.

Recuerda algunos momentos en los que estaba tirado y sucio en la calle y le da cierta vergüenza. «Era culpa del alcohol. Te ataca al hígado y a la cabeza. Por eso hay tantos accidentes», dice.

Lo peor fue superar el mono. No comía, me ponía agresivo..."

Hace dos meses decidió venirse a vivir a
Jesús Abandonado de Murcia y está muy contento. Coge fuerzas para salir a buscar trabajo. «Me gustaría trabajar en una panadería y echarme una novia que me cuide», cuenta.

Mientras tanto,
da paseos por la Catedral e, incluso, confiesa que se sienta en su portal. «La dueña de la casa sabe que ya no bebo. Estará contenta», dice.

Para ayudar a personas como Juan Jacobo, la
Fundación Jesús Abandonado busca voluntarios. Hay que llamar al 968 345 001.
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