Cada vez hay menos andaluces, extremeños, manchegos y murcianos en Baleares, según datos del padrón del Instituto Nacional de Estadística (INE) que regresan a sus lugares de origen ante la crisis.
Desde hace tres años, personas nacidas en estas comunidades que eligieron el archipiélago para vivir regresan a sus tierras de origen ante las previsiones de empeoramiento de la situación económica. Así, la población andaluza ha pasado de ser de 89.783 personas en 2005 a 86.870 en enero de 2008; los murcianos eran 9.287 en 2005 y ahora son 8.974, según publica el Diari de Balears. Lo mismo ocurre con los extremeños –13.469 en 2005 y 13.260 en 2008– y los procedentes de Castilla-la Mancha –21.737 en 2005 y 21.053 en 2008. Los que vuelven forman parte de dos generaciones diferentes. Son los llegados por el 'boom' turístico de los años 60 y los procedentes de la segunda eclosión económica, a finales de los 90, por la construcción.
Con ellos vuelven a casa sus hijos, de poca edad y nacidos en las Islas.En Andalucía, la población nacida en Baleares padó de 8.746 hace 8 años a 13.118.