No se trata de imposiciones a los municipios, ya que la Junta únicamente puede dictaminar restricciones mediante un decreto de sequía que por el momento no se plantea. Sin decreto sólo recomiendan.

 

Regar los jardines cuando pegue menos el sol.- Para evitar la evaporación. El agua no debe ser potable, al igual que la usada para la limpieza de las calles.

 

Limitar el consumo en usos recreativos.- E incluso haciendo pagar más por ellos. Proponen emplear agua no potable para los campos de golf y que las piscinas conserven el agua de un verano a otro.

 

Un 10% de ahorro, un año de agua asegurado.- Si se mantiene esa reducción  durante el verano. Ésta es la parte que nos toca asumir directamente a los ciudadanos.

 

 

El estado de las reservas hídricas y del consumo de agua cambia de un municipio a otro, si bien la Junta confirmó ayer que el abastecimiento está asegurado para los próximos dos años en todas las provincias. Málaga es la única excluida de esta garantía, ya que sus pantanos están al 39,3% de su capacidad. La situación en Sevilla y en Granada no es preocupante, con un 50,77% y un 55,27% de agua en los embalses, respectivamente. Las reservas de la cuenca del Guadalquivir están al 49%, mientras que las de la vertiente sur permanecen al 38%.