La iniciativa está respaldada por una mayoría cualificada de firmas, que significan el 57 por ciento del total de la composición del Claustro, y que contiene firmantes pertenecientes a los cuatro sectores del mismo: profesores doctores de cuerpos docentes universitarios (sector A), profesores permanentes no doctores y profesores contratados (sector B), estudiantes (sector C), y personal de Administración y Servicios (sector D).

La propuesta concreta, según ya informaron a Europa Press fuentes claustrales, pasaría por acortar el mandato del próximo Claustro, cuyas nuevas elecciones se celebran en primavera de 2017. La idea es disolver el Claustro al término del mandato del rector, con lo que este organismo cumpliría un periodo de aproximadamente unos dos años y medio, y convocar un proceso electoral coincidiendo con los comicios rectorales.

En concreto, la modificación más importante apunta a que en caso de dimisión del rector o de vacancia por cualquier motivo, se producirá la disolución del Claustro y asumirá el Rectorado en funciones un vicerrector o, en su defecto, el decano o director de escuela más antiguo en el desempeño de ese cargo que reúna las condiciones legales. El rector en funciones convocará inmediatamente elecciones a Claustro, y tras su constitución, convocará de inmediato comicios a rector.

Esta sugerencia ha causado el rechazo de la Permanente de la Asociación de Personal Docente e Investigador de la Universidad de Sevilla (Adius), al entender que la iniciativa podría esconder una pretensión de "control" por parte del rector sobre el organismo claustral.

La propuesta plantea encontrar un amplio consenso en torno a este tema y unir las voluntades de una importante mayoría de claustrales, con independencia del resto de los planteamientos defendidos en cuanto al sistema de elección del rector de la Universidad. Es en sí misma una propuesta que no se alinea con el planteamiento completo de ninguna sensibilidad pero que, a la vez, parece mostrar un punto de encuentro en la totalidad de las sensibilidades.

Tras la entrega de las firmas, se iniciará un procedimiento que permitirá la discusión y debate sobre el contenido de la misma en el propio Claustro y deberá terminar con una votación que, para su aprobación, necesitará obtener la mayoría absoluta de hecho de los miembros del Claustro Universitario, es decir, más del 50 por ciento del total de la composición del Claustro.