En una entrevista a la revista Parade, la intérprete, de 32 años, confesó que la gente no sabe lo difícil e incómodo que puede llegar a ser rodar una película de amor.

"Uno no tiene mucha libertad", aseguró. "No es un 'ocúpate que la cámara te va a filmar mientras lo haces'". "Y no hay mucho lugar excepto para torpezas ocasionales y risitas nerviosas", aseguró.

"Pienso que la gente se olvida que estas escenas son más técnicas que cualquier cosa que se hace en la actuación".