La corte del distrito de Taganka de Moscú declaró al curandero Grigori Grabovóy culpable de once episodios de estafa y perjuicio material cometidos con el "empleo de métodos de presión psicológica" para despojar a la gente de sus propiedades y dinero.

Los magistrados también condenaron al sectario, quien prometía a sus clientes curar a sus familiares enfermos o resucitar a los muertos, a pagar al Estado una multa de un millón de rublos (42.500 dólares, 27.000 euros), según la agencia Interfax.

Grabovóy, quien se declaraba Jesucristo resucitado y que también había organizado toda una industria de sesiones de "tratamiento colectivo" de personas crédulas, deberá además indemnizar a varias personas a las que ha estafado y costear el proceso en su contra.

Asimismo, la corte autorizó a otros posibles víctimas de Grabovóy a demandarlo en el futuro para medir compensaciones por perjuicio moral.

La lectura del veredicto duró cuatro horas, tras lo cual la defensa del curandero anunció que en el plazo previsto de diez días apelará en el Tribunal Municipal la sentencia, que calificó de "absolutamente ilegal" y "basada en pruebas no objetivas".