Carlos Moyá y David Ferrer disputarán esta tarde la gran final de la LXXXIII edición de la Copa del Rey de tenis tras vencer ayer en sus respectivos duelos de semifinales en la pista central del Real Club Recreativo de Tenis, que se pobló de aficionados para presenciar el desarrollo del torneo más antiguo de España.

El tenista mallorquín venció en casi dos horas de partido a Albert Montañés en dos set (7-6 y 7-5). En la primera manga el catalán llegó a ponerse 5-2, pero Moyá protagonizó una gran remontada para ir a la muerte súbita, donde impuso su experiencia (7-5). En la segunda, la igualdad fue mayor y hubo que esperar hasta el undécimo juego para que el ex número uno desnivelara el duelo a su favor.

En la otra semifinal Ferrer derrotó a Nicolás Almagro en hora y media por un doble 6-4. Los finalistas de la pasada edición del torneo brindaron un gran espectáculo, demostrando que están en un buen momento. En el primer set, el número 5 de mundo se mantuvo seguro con su servicio y rompió en una ocasión el del murciano. En el segundo set, de inicio Ferrer rompió su saque al Almagro, pero éste retrasó su derrota y con 5-3 y dos bolas de partido forzó el nuevo 6-4.

La final arranca esta tarde a las 20.30 horas, en un duelo en el que los dos aspirantes al título tiene muchas ganas de levantar la copa de plata concedida en 1912 por Alfonso XIII. Moyá afronta su último año de profesional y busca una victoria para redondear su palmarés en Huelva, mientras que Ferrer tiene una espina clavada, ya que ha perdido las dos finales que ha jugado en la capital onubense.

También en el día de hoy será homenajeado Carlos Moyá por su contribución a este torneo. Por este motivo le será entregada la insignia de oro del Real Club Recreativo de Tenis de Huelva.

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