Pierna seccionada. Esto es lo habitual cuando un motorista choca contra un de los llamados quitamiedos asesinos. La mayoría de los guardarraíles de las carreteras granadinas son trampas mortales, que poco a poco pasarán a la historia, al menos en las vías comarcales.

La Diputación de Granada se ha comprometido a modificar estos quitamiedos con protectores puntuales de fundas de polyespan, que cubren los postes y barras transversales -los que normalmente actúan como guillotinas-. Además, colocará una segunda fila de faldones en la parte inferior del guardarraíl, para impedir la caída de los accidentados por los terraplenes.

El proyecto tiene tres fases y costará 750.000 euros. Los primeros trabajos comenzaron ayer en vía de Vegas del Genil y continuará en las carreteras que comunican Granada con Víznar, Cogollos Vega, las Gabias y Purchil; las conexiones de la A-92 con Freila, el Negratín y Pinos Puente; la carretera de Benamaurel a Cortes de Baza; Chauchina-Fuente Vaqueros; Cúllar Vega-Puente de los Vados; Jayena -Játar, y Pinos Genil - Güéjar Sierra.

Estas obras son el inicio de los 96 kilómetros de vías señalados por la Asociación Mutua Motera. La elección de estas 13 carreteras se han realizado por contar con puntos negros (donde más accidentes se producen), curvas peligrosas o ser muy frecuentadas por motoristas y ciclistas.

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