La música es su vida. Con cuatro años, el sevillano Antonio Fortes (36 años), ya cantaba y las vecinas de su barrio (Doña Francisquita en Sevilla) le aplaudían. Desde entonces se ha dedicado a ella con pasión.

En 1993, se dió cuenta de que podía interpretar piezas que cantaba Pavarotti y descubrió que la ópera le apasionaba. Se preparó en el conservatorio y con profesores particulares en Sevilla, Córdoba y Madrid y hace dos años debutó como tenor en Granada, en el Teatro Isabel La Católica.

Sin embargo, no ha tenido suerte ni mucho trabajo desde entonces. Lo ha intentado, ha ido hasta a programas de televisión (lo intentó en ¿Tienes talento?), pero no ha conseguido nada. "La suerte viene con el trabajo", dice. "Lo mio no es mala suerte, es malísima".

Recitales en la calle

Como en este tiempo ha intentado ir poco a poco "subiendo escalones" y no lo ha conseguido, ahora ha decidido echarse a la calle para demostrar su talento. Ya lo hizo el sábado en el Teatro de la Maestranza. Cantó piezas de Alfredo Kraus, Pavarotti, Plácido Domingo en el atrio "y fue un éxito".

El jueves, a las 19.45 h, volverá repetir. Esta vez le acompañarán algunos amigos, como el humorista Josele o el poeta Rafael de la Cosa.

Muy difícil

Dice que el mundo de la ópera en España "se lo reparten tres o cuatro agentes y es como entrar por la boca de una botella para los que no lo tienen", aunque tiene claro que aún no arrojará la toalla, aunque "he pasado y sigo pasando grandes tensiones".

Si lo hace "no será por la edad", sino por su hijo. Está a punto de cumplir tres años y vive con su madre y sus abuelos, porque "diseño webs, hago chapuzas y mi mi familia me ayuda para sobrevivir", pero quiere ofrecerle "todo lo que se merece".

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