Becarios de temporada estival

  • Es la salvación de las empresas, suplen las vacaciones y se encargan de los ‘marrones’.
  • Sin embargo, el verdadero objetivo es la formación del estudiante y debe prevalecer sobre la productividad
Suplen a los empleados de vacaciones y se ocupan de muchos marrones. En parte mito, en parte realidad, son frases que definen al becario: un estudiante que dedica sus
vacaciones de verano a realizar prácticas en una empresa para completar su
formación académica.

Muchos licenciados saben que dos meses de trabajo pueden otorgar un aprendizaje mayor que el que se obtiene durante cinco años de facultad. Sin embargo, ése no es su principal objetivo: los jóvenes son conscientes de que es la mejor forma de incorporarse al mundo laboral.

Al contratar a alguien, las empresas prefieren a una persona que ya ha demostrado cómo trabaja. Hay que distinguir los conceptos de becario y de trabajador en prácticas.

La principal diferencia está en que en el primer caso debe prevalecer el interés formativo y no la productividad de la empresa, y por tanto no tiene por qué haber obligaciones laborales por parte de la empresa, incluida la Seguridad Social.

De cualquier forma, trabajar de becario puede ser una experiencia productiva y gratificante. Los jóvenes llegan dispuestos a todo por un futuro contrato y cobran una media de 300 euros al mes por cinco horas al día. «Genial, me sirve para aprender y establecer contactos», dicen la mayoría de los que disfrutan de la experiencia.

«Para eso son becarios»

Pero ¿cuál es la respuesta si tienen que hacer tareas ajenas a su formación, gratis y durante más de ocho horas diarias? «Es algo que hay que hacer, si no lo hará otro», «Para eso son becarios», son algunas respuestas habituales.

Los becarios tienen que meterse en la cabeza que no están haciendo un favor a nadie. Su incorporación en verano es una salvación para las empresas. Sin embargo, aún sabiendo que se están aprovechando de ellos, la difícil situación laboral les empuja a aguantar situaciones irregulares que, en ocasiones, pueden llegar al límite de la explotación.

«Se necesita becario para cargar cajas» es un ejemplo de los casos reales que se pueden encontrar en trabajodebecario.com, una web que denuncia relaciones laborales encubiertas bajo el uso indiscriminado de becarios. Uno de los casos más sangrantes de becarios en situación precaria se da entre los investigadores, cuya web oficial es precarios.org

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