Roberto G. Alonso r inde tributo a su autor fetiche en el espectáculo de danza-teatro ‘divinariana que estás en...’

A vueltas con Genet, con su mundo, con sus temores, sus personajes y ambientes turbadores, con su enfermedad, con su racional locura. Por todos es sabida su compleja personalidad y su trayectoria vital, que le llevó a la cárcel en repetidas ocasiones. Ladrón y homosexual confeso en una época nada amable con semejante cuestión, su obra poética y narrativa está llena de sugerentes personajes que rozan la enfermedad y la dependencia, que exudan sensualidad. Son héroes que invierten los valores de la sociedad.

Genet por un fiel seguidor

Divinariana que estás en... viene de la mano de Antonio Morcillo en la dramaturgia y Roberto G. Alonso, coreógrafo, director y absoluto seguidor del mundo de Genet. En 2005 (dentro del Grec) estrenó ya Mon Genet (Mundo Genet), una revisión de textos del francés con un abigarrado montaje; en él se fusionaban música en directo con proyecciones y una dramaturgia hermosamente barroca, dominada por el juego de los cuerpos y una sensualidad algo sucia y turbadora. No es una coincidencia: Alonso gusta de frecuentar esos mundos de barrios bajos, de puertos, prostitutas, chulos, ladrones, navajas, sudor y sangre… Otra de sus coreografías es una excelente versión de la Lulú de Wedekind.

En este caso ha tomado una sola obra, Santa María de las flores, donde los diferentes personajes (Divina, Pocholo el Pinreles, Príncipe Señor, Mimosa II…) deambulan por este mundo que crea Alonso, deudor de Genet sin ser absolutamente fiel aunque sí fidedigno. No es una traslación literal, sino una hermosa influencia, y como tal hay que disfrutarla: Divinariana nostra que esteu en… lo tiene todo para ser un gran espectáculo.

Barcelona / Teatro Tantarantana /Del 30 de julio al 10 de agosto