Álvarez, de 29 años y que admitió ser responsable del accidente que involucró a tres trenes, se declaró inocente durante todo el proceso de los cargos de asesinato y alegó que aquel fatídico día su única intención fue suicidarse.
El 26 de enero, el acusado situó su automóvil todoterreno en las vías del tren para quitarse la vida, según su relato, y aunque posteriormente cambió de idea fue incapaz de retirar su vehículo, que abandonó antes del impacto con el ferrocarril.
Choque en cadena
El automóvil fue arrollado por un tren de cercanías que se dirigía al centro de Los Ángeles.
Esta primera colisión hizo descarrilar al tren de pasajeros, que embistió a una locomotora que circulaba en la vía paralela.
Este segundo choque dejó a uno de los vagones de pasajeros sobre la vía contraria, donde fue golpeado por un tercer tren de cercanías que procedía del centro de Los Ángeles hacia la localidad de Burbank.
A consecuencia del accidente fallecieron 11 personas y otras 180 resultaron heridas.
Álvarez también fue considerado culpable de un delito incendiario y encara ahora una posible sentencia de muerte que se decidirá en un proceso que comienza el próximo 7 de julio.
La acusación argumentó durante el caso que Álvarez mintió sobre sus intenciones suicidas y, en realidad, trataba de causar un gran incidente para llamar la atención de su mujer, de la que estaba separado.
La defensa, por su parte, presentó a su cliente como a un enfermo mental que sufrió abusos en su infancia y terminó por convertirse en un adicto a las drogas.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios