Mujeres opulentas sobre las que se proyectan multitud de colores, momentos familiares en casas estrambóticas o imágenes seductoras de mujeres desnudas mostrando sus encantos al sol son algunas de las visiones que forman esta exposición llena de matices y belleza.

Las imágenes se plasman, la mayoría en gran formato, y mezclando el blanco y negro, casi sepia, con el color. Así, la artista plasma sus inquietudes de pintora, un arte que realmente la inspiraba y que la llevó de forma accidental a la fotografía.

«El éxito me vino dado y al parecer he tenido una especie de don, un lenguaje muy mío», reconoció la autora durante su visita a la ciudad, según informó Efe.

Ese gusto por la pintura se ve también en algunas de sus fotografías, en las que hay partes pintadas que se superponen a la instantánea. A pesar de que esta es una gran característica de Ouka Leele, la muestra de Valladolid sólo cuenta con uno de estos trabajos y hace reflexionar al espectador sobre si lo que se ve siempre es la realidad total.

Color, una especie de halo mágico y sorpresas son lo que, en resumen, esperan al espectador en cada rincón de esta iniciativa que no dejará indiferente a nadie y que presentará a una creadora diferente con un «estilo propio», según ha reconocido ella misma.

Un juego divertido con la realidad y la cotidianidad.

* Sala de exposiciones de San Benito. De 12 a 14 y de 18.30 a 21.30 horas. Entrada gratuita.

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