La tarde se presentaba oscura y era lunes. San Juan tenía todo en contra, pero al final el fuego venció al agua y la música y la diversión de la playa de las Moreras atrajo a numerosos ciudadanos. Desde el Ayuntamiento se esperaban entre 20.000 y 30.000, una cifra muy lejana al récord del año pasado, con 70.000 asistentes.

La mayoría de los que acudieron a la playa fueron adolescentes acompañados, eso sí, de numerosas bolsas de supermercados, que hicieron el agosto, para poder hacer un gran botellón mientras escuchaban la música en directo.

Precios

La playa se llenó de grupos de chicos y chicas que tenían ganas de celebrar por todo lo alto la noche más corta del año. Junto a ellos muchas barras con precios bastante asequibles. Así, los que no se sumaran al botellón podían comprar cachis de calimocho a 3,5 euros, cañas a 1,5 euros o copas a 4 euros.

Paradojas de la vida, en varios puestos la comida era más cara que la bebida, una ración de patatas costaba 3 euros, por ejemplo, y los bocatas superaban los 4 euros.

Lo que sufrieron todos fue la amenaza de lluvia constante sobre sus cabezas, que en varias ocasiones fue más que amenaza, y el bochorno que se quedó en la ciudad tras el agua que cayó por la tarde y el fresco que llegó caída la noche. Aún así, muchos resistieron.

La mayor concentración de gente se vivió a partir de las 21.30 horas. También hubo espacio para las reivindicaciones de varios colectivos que aprovecharon el fuego de la gran hoguera para hacerse oír.

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