«Ya estaba preparando su defensa, por si este hombre le denunciaba, alegar locura». Así piensa Manuel Maza, acusación particular en el caso Kora que juzga estos días la Audiencia de Madrid.Entre las

El resto de psicólogos que declaró ayer en el juicio contra Nanysex aseguran que «Álvaro Iglesias es totalmente consciente de lo que hizo y no siente arrepentimiento. El único temor que tenía, era poder ser descubierto».

Una vez pillado en Lo Pagán, Nanysex se mudó a Collado Villalba, en Madrid y de ahí regresó a Murcia en 2004, a petición de su hermano. «Si el que le descubrió en 2002 le hubiera denunciado se habrían evitado el resto de abusos», explica Manuel Maza. Por eso, él quiere empapelar a la persona que descubrió la cinta con grabaciones pedófilas de Nanysex y no la entregó a la Policía.

En opinión de Maza, está claro que Nanysex no sólo era consciente sino que, además, planeaba sus abusos. «Él invitó a Eduardo (otro de los acusados de pederastia) a ir a Madrid a grabar un abuso porque él no tenía cámara para hacerlo».