Se jubiló, y desde entonces (ahora tienen 84 años) ha terminado la carrera de Derecho Canónico, ha tenido tiempo para hacerse un Máster en Gerontología y acaba de presentar su tesis doctoral de 850 páginas sobre El primer concilio provincial de Valladolid (1887).

"Me encontraba bien de salud y de mente y me apetecía formarme" asegura Ricardo García, que por si fuera poco ha conseguido la nota de sobresaliente.

Reconoce que ha disfrutado de su segunda etapa universitaria, pues, ha tenido menos preocupaciones y buenos compañeros "de botellón". "Yo les echaba un mano con el latín y ellos a mi con la informática", confiesa.

Asegura que para estudiar a sus años es necesario ser "humilde" y olvidar todos los logros obtenidos en la vida, entre los que cuenta cincuenta años de cura en el municipio salmantino de Lumbrales, de unos 2.000 habitantes, donde fundó una academia de enseñanza libre, una residencia de estudiantes, un centro de formación e incluso un cine.

Espera que su ejemplo sirva para muchos jubilados "porque cultivar la mente es algo fundamental a cualquier edad".

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