Quique González y la Aristocracia del Barrio. “Avería y redención”

Con un sonido espectacular, los tres primeros discos de Quique parecen a años luz estilísticamente de este disco nuevo, que, guiado por la omnipresente llama de Wilco, logra presentar su mejor colección de canciones.

A pesar de que en el arranque hay canciones buenísimas, como “Pequeñas monedas y grandes mentiras” o la que canta con Leyva de Pereza, y que da título al disco, da la impresión de que el disco empieza realmente con la quinta canción, “Hay partida”, que solamente con el título y la primera estrofa, marca lo que es el disco.

Hay muchas más canciones soberbias en el disco -con diecisiete cortes es fácil-, como la espectacular versión a lo Leonard Cohen del clásico de Diego Vasallo “La vida te lleva por caminos raros” que Quique americaniza y domina a la perfección, o alguno de los medios tiempos que recorren el disco -quizá herederos de la época de “Kamikazes Enamorados”, como “Los desperfectos” acústica y desolada a partes iguales.

La voz de Quique, unas veces susurrante y casi nunca rabiosa, tiene la novedad esta vez de unos preciosos y algo efectistas quiebros con los que recita sus letras, en las que ha conseguido hacer de los defectos virtudes, logrando ya una poética -tan manida como efectiva- completa, poblada por ferias, coches, boxeadores y hoteles que no rechina en (casi) ningún momento.

PJ Harvey "White Chalk"

Después de tres largos años de ausencia –la propia Polly Jean había icnluso asegurado que dejaría de actuar en directo-, regresa uno de los personajes más fascinantes del rock alternativo británico con un disco crepuscular, oscuro, atmosférico… es decir, como siempre pero aún un poco más. Bello, emocionante, intenso, “White chalk” es seguramente el disco más crudo de PJ Harvey, el más desnudo, sobrio y, en cierto sentido, experimental.

Jet Lag, “Forever”

Después de una honda crisis motivada por la deserción de su vocalista, lo que apunto estuvo de hacerles tirar la toalla, Jet Lag regresaban en septiembre con el que probablemente es el mejor disco de su carrera. No es que haya grandes cambios, pero las canciones son en este disco más consistentes, la instrumentación y los arreglos más imaginativos y variados y, en fin, la voz del “nuevo” vocalista –en realidad es el batería, Ramiro Nieto- más expresiva.

Devendra Banhart, "Smokey rolls down thunder canyon"

Sustentado en un firme apoyo de la crítica especializada desde su primer álbum, el californiano Devendra Banhart ha seguido sacándole partido a su extravagante combinación de bonitas melodías pop y casi cualquier otra cosa que se le pone a tiro. Así, en su nuevo álbum caben baladas y medios tiempos de toque lisérgico pero también curiosos intentos en el campo de la samba psicodélica, rock progresivo o el jazz... un disco amplio y nada evidente, pero ciertamente singular y atractivo si se le da un par de oportunidades.

Refree. “Els invertebrats”

Lleva Raul Fernández una carrera discográfica marcada por una especialísima personalidad, algo que queda de manifiesto nuevamente en esta flamante cuarta entrega. Esquiva a las etiquetas más obvias, la música de Refree es esencialmente pop, aunque con acentos jazzísticos, folkies y hasta latinos. La anécdota la pone “Nana al niño que nació muerto”, cuya letras es un poema de Gloria Fuertes.

Robert Wyatt. “Comic opera”