Se habla mucho de la necesidad de ampliar el Museo de Bellas Artes y del estado del Museo Arqueológico , pero muy poco de lo que ocurre en el de Artes y Costumbres Populares.

La primera planta (que acoge vestidos populares, la reconstrucción de una casa rural tradicional...) «lleva cerrada dos años al público», según fuentes del museo. «Hubo desprendimientos y las obras no han empezado hasta hace poco, porque no se ponían de acuerdo las administraciones –Gobierno central y Junta– en quien debía actuar», añaden.

No es su único problema, como 20minutos.es ha podido comprobar. El museo (su gestión depende de la Junta) carece de aire acondicionado, lo que los guardias de seguridad y trabajadores suplen con algún que otro ventilador.

Las grietas cubren el techo y la pared de las salas dedicadas a los encajes y mantillas y a la vivienda de la clase alta. Además, la obras no sólo se centran en la primera planta, también hay reparaciones en la planta sótano y en la planta baja.

Los bancos, rotos

Hay bancos para que puedan descansar los visitantes que tienen la tapicería rota en varios puntos; la tela de muchos expositores ha perdido el color y está desgastada por el paso de los años; y el suelo de barro de la planta sótano tiene piezas rotas y sueltas, con las que se puede tropezar cualquiera.

La lista de desperfectos sigue: muchas de las piezas que llenan los talleres artesanales (del imaginero, del fabricante de guitarras...) se las ha comido el polvo; y los carteles que explican cada pieza de la colección del museo sólo están en un idioma: en español.

En cuanto a los accesos, en este museo ocurre lo mismo que en el resto del parque de María Luisa: ha sido objeto de actos vandálicos, por lo que faltan piezas en sus bancos de cerámica y en los mosaicos de piedra que cubren sus escaleras. Las zonas en las que han desparecido se han cubierto con arena.

Obra de Aníbal González

El edificio es obra del arquitecto Aníbal González (también diseñó la Plaza de España y del resto de edificios de la Plaza de América). Se construyó en 1914 con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, durante la cual fue Pabellón de Arte Antiguo.

Los problemas de mantenimiento han obligado a cerrar este museo en distintas ocasiones: en 1979, Sevillana-Endesa cortó el suministro de la luz por falta de pago;en 1979, debido a las lluvias;y en 1980 por obras de restauración.

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