Los fabricantes catalanes de petardos han mostrado su disposición a limitar la cantidad de pólvora de los petardos y cohetes más grandes, además de alertar de sus riesgos en las cajas, como se hace en las cajetillas de tabaco.

Durante la presentación de la campaña preventiva de la

verbena de Sant Joan, el presidente de la Asociación de Fabricantes y Mayoristas de Catalunya de Fuegos de Artificio (Afimac), Antoni Rodríguez, opinó, a título personal, que los accidentes más graves que se producen cada año en la verbena de Sant Joan son fruto de la mala utilización de los petardos y cohetes de clase III.

Por ello, se mostró predispuesto a rebajar el contenido de la

pólvora blanca (más potente que la negra), aunque dijo que esta regulación tendría que ser a nivel estatal, para no perjudicar a los fabricantes catalanes frente a sus competidores valencianos.

Otra medida para reducir los accidentes graves podría ser, según él, advertir en las cajas de los petardos las graves consecuencias físicas --como

amputaciones de dedos o daños en ojos y oídos-- que puede comportar su mal uso, o ilustrar en anuncios gráficos y de televisión de las heridas producidas por estos artefactos, como ocurre en los accidentes de tráfico.

Además, Rodríguez pidió a las autoridades sanitarias que cuando haya un herido por pirotecnia detallen que tipo de cohete o artefacto estaba utilizando y cómo lo utilizó, para determinar la

En 2007, los hospitales atendieron

233 personas por heridas de petardos, casi 100 menos que en 2006, 88 de las cuales tuvieron que ser ingresadas. Por ello, Rodríguez dijo que "cada vez se hacen las cosas con mayor seguridad, porque el sector lo quiere y la Administración trabaja bien".