Condenan a pagar 14.349 € a seis mossos y cuatro chicos que participaron en una pelea

  • Sucedió en una discoteca de Barcelona.
  • Sufrieron erosiones, contusiones e, incluso, la rotura de la nariz.
La justicia ha condenado a pagar 14.349 euros a seis mossos de Esquadra y cuatro jóvenes de familias acomodadas que participaron en una
pelea multitudinaria en una discoteca de Barcelona que se saldó con varios heridos y denuncias cruzadas por lesiones, injurias y daños.

A las 3 de la madrugada del 5 de abril, que Juan Manuel Z.A. y su prima Carolina S.A. se dirigían a casa en un todoterreno tras celebrar en la discoteca la
puesta de largo de Cristina S.B. en compañía de amigos y familiares.

Una patrulla de los Mossos d'Esquadra les dio el alto cuando circulaban por la avenida Tibidabo y le pidieron la documentación al conductor. Este no la llevaba pero se dirigió al maletero y después a la guantera para buscar la documentación del vehículo, lo que no gustó a uno de los agentes y
lo agarró por el brazo.

Durante el forcejeo, Juan Manuel Z.A. dio un
cabezazo al mosso en la nariz y ambos cayeron al suelo, donde siguieron forcejeando hasta que el agente redujo y enmanilló al joven con la ayuda de su compañero. Ya bocabajo, los agentes
empezaron a darle patadas y uno de ellos le pisó la cabeza contra el suelo.

Carolina S.A. empezó a
pedir ayuda a gritos y se echó sobre la cabeza de su primo para protegerlo. Uno de los mossos la estiró del pelo para apartarla y
le arrancó la falda, dejándola en ropa interior, antes de enmanillarla e introducirla "semidesnuda" en el coche policial y realizar
"comentarios soeces".

Uno de los mossos y los dos jóvenes sufrieron erosiones, contusiones e, incluso, la rotura de la nariz, en el caso de Juan Manuel Z.A. Además, su prima tuvo que ser trasladada en ambulancia al Hospital Clínic a causa de una
crisis de ansiedad y aún padece el síndrome de estrés postraumático.

En el transcurso de este primer incidente, llegaron al lugar varios agentes más y Miquel S.B., quien había visto como sus amigos estaban siendo enmanillados con violencia, por lo que trató de interponerse para evitar la detención y
llegó a dar una patada a uno de los agentes que habían arrestado a Carolina S.A. y Juan Manuel Z.A.

Tras golpear al mosso, fue reducido con violencia y el agente agredido le propinó
varios golpes con la porra y lo inmovilizó pisándole la cabeza con la bota, mientras también le pegaba el otro policía autonómico implicado en el primer altercado. Miquel S.B. sufrió policontusiones, una herida en la ceja y un hematoma fruto de la presión ejercida con la bota.

Mientras Miquel S.B. era detenido, llegó su hermana --la protagonista de la puesta de largo-- "en estado de gran nerviosismo" y
le dio una patada en el pene y los testículos a un caporal, por lo que fue detenida segundos después, en este caso, sin sufrir lesiones.

Paralelamente, llegó un furgón con
siete agentes antidisturbios, que se quedaron en la zona pese a estar la situación controlada. Al ver que un grupo de jóvenes se acercaba al subinspector de guardia y que la situación era tensa --algunos de ellos empujaron a los agentes--, se acercaron a su superior, quien ordenó que dispersaran el grupo.

El incidente llamó la atención del subinspector que ordenó a los antidisturbios que se acercasen a la discoteca, que interceptaron y detuvieron a los jóvenes que estaban en la puerta y a otros cinco que salieron. Los chicos, ya detenidos, fueron separados, golpeados y obligados a
permanecer de rodillas y con las manos detrás de la cabeza durante una media hora.
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