Diez años después de su humillante descenso a Segunda División, tras una penosa temporada en la que únicamente cosechó 13 puntos y consiguió el récord de ser el peor equipo de Europa, el Sporting de Gijón logró ante el Eibar el ascenso a Primera con el que sus aficionados habían soñado durante la última década.

Gijón se ha convertido en una fiesta: fuegos artificiales al final del partido con el estadio en pie cantando el himno del Sporting, el Gijón del Alma del cantautor gijonés Vicente Díaz, la banda de gaitas... tanta emoción que no pudieron mas y el público invadió el campo. La policía no pudo contener la marea humana que saltó al terreno de juego al ritmo del Asturias patria querida.

Tras la celebración en el campo, los jugadores han recorrido el paseo marítimo en un autobús descapotable, hasta la plaza Mayor y allí han sido recibidos por la alcaldesa y los demás miembros de la Corporación.

Pero el grito de guerra de la afición gijonesa no ha sido el nombre del equipo ni de ninguna de las clásicas canciones de la grada. El cántico más sentido fue el de Ahora Quini Ahora en homenaje al ex jugador del Sporting y del Fútbol Club Barcelona, Enrique Castro 'Quini', quien en estos momentos atraviesa un duro tratamiento médico para sobreponerse de una enfermedad.

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