Escribir (y vivir) sin salir del asfalto

  • Hace cincuenta años de la publicación de la novela 'Los vagabundos del Dharma'.
  • Predijo la rebelión de los mochileros 'hippies'.
  • Kerouac y la literatura nómada siguen muy vivos.
El coche de 'En el camino', un Hudson Super 6, y Jack Kerouac, en 1953.
El coche de 'En el camino', un Hudson Super 6, y Jack Kerouac, en 1953.
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El coche de 'En el camino', un Hudson Super 6, y Jack Kerouac, en 1953.

El movimiento es la mejor cura contra la melancolía. Lo predican todas las tradiciones. "Quien no viaja no conoce el valor de los hombres", dice un proverbio árabe. "Se resuelve andando", resumen los beduinos. "¡Seguid la marcha!" fue el consejo de Buda antes de retirarse al nirvana. En suma, como sostenían con su radical simpleza los cowboys de las praderas, "un hombre de a pie no es un hombre".

El gran asunto es moverse y los baches son vitales. El aviso, tomado de otro gran nómada, Robert Louis Stevenson, suena absurdo en estos tiempos de restricción y pobres consuelos. El viaje, como bien sabemos quienes esperamos el ya cercano verano como si de una redención se tratase, se ha abreviado a vacación laboral consentida por la empresa y los jefes y la aventura, a un paquete de excursiones con póliza de seguro médico por lo que pueda pasar.

Mochileros

Pero, y conviene recordarlo para no enfermar, no siempre fue así. Hace medio siglo, en mayo de 1958, justo el mismo año en que Chuck Berry publicó su particular oda al héroe nómada Johnny B. Goode, un libro anunció un regreso espiritual y febril al viaje entendido como modo de vida y defendió la curiosidad juvenil contra la condena del crecimiento.

Los vagabundos del Dharma (The Dharma Bums), de Jack Kerouac (1922-1969), profetizó la revuelta de mochileros desarrapados y en busca de amor por todas las criaturas de la década siguiente, los tan maravillosos como efímeros años del hippismo.

BMW se pone 'beatnick'

Era la segunda novela de Kerouac tras la mítica En el camino (On the road), escrita en 1951 pero publicada en 1956. Tras la bencedrínica velocidad de esta saga sobre dos majaras viviendo sobre el asfalto de las carreteras de los EE UU, Kerouac deja que su alma vuele hacia la soledad de las montañas para descubrir que la vida no puede ser un inventario.

Nunca tuvimos grandes pretensiones, tan sólo queríamos follar
Borracho y pendenciero, renegado de su patriarcado como héroe
beatnick, Kerouac no ha dejado de ser un referente. A veces, chocante
: BMW acaba de estrenar una campaña de anuncios de televisión, los primeros emitidos en España en alta definición, basada en el más sobado de los fragmentos de
En el camino ("los que nunca bostezan o dicen un lugar común...").

Los publicistas aseguran que su spot transmite el "espíritu de libertad" y "entusiasmo por la vida" del escritor, que poco antes de morir a los 47 años y con el hígado reventado, resumió así el ‘entusiasmo' del que ahora quieren sacar tajada los aristócratas de la automoción: "Nunca tuvimos grandes pretensiones, tan sólo queríamos follar".

Para consolidar la vigencia de Kerouac se acaba de anunciar para el año que viene la adaptación al cine de En el camino. La dirigirá Walter Salles (Diarios de motocicleta).

Desde hace 30 años hay piñas para hacerse con uno de los papeles protagonistas: Montgomery Clift, Brad Pitt y Johnny Depp han estado en la pelea. En un frívolo intento de ponerse en la piel del escritor, Depp llegó a pagar en una subasta 15.000 $ por una vieja gabardina negra de Kerouac.

4 de febrero de 1968: El fin de Dean Moriarty

Al lado de la vía de tren, en un pueblucho de México, atiborrado de barbitúricos y alcohol, vestido con vaqueros y camiseta, a cuatro días de cumplir 42. Así apareció el cadáver del escritor y pillastre Neal Cassady, coprotagonista de En el camino bajo el nombre de Dean Moriarty.

BIO Nacido en La Haya (Holanda) en 1933, su nombre suena para el Nobel de Literatura desde hace varios años.

Cees Nooteboom

Ha escrito diez novelas y otros tantos libros de viajes, entre ellos El desvío a Santiago (Siruela, 1992), un tratado de amor irracional por España, país en el que vive tres meses al año. Se largó de casa con una mochila los 19 años y desde entonces no ha parado quieto.

¿Recuerda por qué salió a la carretera la primera vez?

Fue natural, algo que partió de dentro. Viajar es parte de la naturaleza humana. Viajar es iniciarse, educarse sentimentalmente y tomar conciencia. Todo al tiempo.

¿Se sentía usted un beatnick como los de Kerouac?

Mi primera novela, El paraíso está aquí al lado, es de 1954. Cuenta cómo un chico atraviesa Europa en busca de una joven china. Mis editores dicen que hice un En el camino dos años antes que En el camino.

¿Queda algo de aquel espíritu de querer comerse la vida a toda velocidad?

Acabo de hacer la Ruta 40 entre Argentina y Bolivia conduciendo un viejo coche. Vi jóvenes que eran como era yo en 1949. Todo sigue igual: lo importante es dejarse sorprender, dejarse llevar por el viaje, dejar que él mismo te lleve.

¿No somos demasiado pasivos a estas alturas?

Tenemos ordenadores, es verdad. Algo se gana y algo se pierde... En mi caso, gracias a Dios, sólo uso el ordenador para escribir sobre los momentos en que no estoy ante el ordenador.

NO PASES DE...

'Two-Lane Blacktop'.Una peli
'Two-Lane Blacktop' (Monte Hellman, 1972) / 20 €

Un par de buscavidas (no nos dicen sus nombres, sólo son El Conductor y El Mecánico, interpretados por los músicos James Taylor y Dennis Wilson) se dedican a los piques ilegales en un Chevy de 1955 trucado. Se cruzan con un tipo hortera, el gran Warren Oates, con un Pontiac GTO de 1970. Se juegan los coches. Pura leyenda. * Monte Hellman, 1972. 20 €.

'Born to Run'.Un disco
'Born to Run' (Bruce Springsteen. Columbia, 1975) / 16 €

Muchos lo experimentaron como la ‘salvación del rock and roll', hizo llorar a una generación entera y convirtió a The Boss en sacerdote de la epifanía del asfalto. Sigue siendo lo más fogoso de la amplísima discografía del bardo de New Jersey. Algunas canciones (Born to Run, Thunder Road, Jungleland, Backstreets) todavía están ardiendo.

'Los trazos de la canción'.Un libro
'Los trazos de la canción'
(Bruce Chatwin. Península, 2000) / 5 €

Si el mundo es una esfera acústica, Chatwin lo demuestra en este bellísimo libro de viajes y tratado de antropología. Los aborígenes de Australia se dedican a sembrar el territorio de canciones para reconocerse a sí mismos en el territorio. La sensual prosa del mejor Chatwin (1940-1989).

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